jueves, 8 de noviembre de 2012

CONNOTACIÓN DE LA EVALUACIÓN

LA EVALUACIÓN: es considerada un proceso de comparación de hechos, objetos y sujetos  a través de dos referentes básicos: emisión de juicios y toma de decisiones por parte del evaluador.
     En ese sentido, la esencia de la evaluación en el ámbito educativo, vista desde diferentes ópticas y puntos de vistas por parte de diversos estudiosos o expertos en evaluación como: Chadwick (1974), Nilo (1975), Salcedo (1979), Villarroel (1980), entre otros, quienes señalan posturas y concepciones educativas relacionadas con el proceso evaluativo, describiéndolas de la siguiente manera:
La Evaluación como Juicio de Expertos
La Evaluación como Sinónimo de Medición
La Evaluación como Congruencias entre Logros y Objetivos
La Evaluación para Facilitar la Toma de Decisiones
     Finalmente, es evidente que desde las escuelas el proceso de evaluación que es llevado a cabo, sólo se presenta con la finalidad de obtener el promedio de calificaciones de los estudiantes, aplicando el clásico procedimiento de centrar los procesos evaluativos en los aprendizajes de los estudiantes, pero tomando en cuenta sólo los productos terminales, también llamados resultados, en vez de considerar todo el proceso como es recomendable.

Referencia Bibliográfica:
Camperos, M. (1996). La Connotación de la Evaluación y Corrientes Evaluativas en el Aprendizaje.

CONOCIMIENTO TÁCITO Y EXPLÍCITO

Conocimiento Tácito: es un conocimiento personal, difícil de expresarlo formalmente y por tanto, de comunicarlo, su funcionamiento es analógico, situacional, poco estructurado y basado en la experiencia. Riesco, M. (2006)
     El Conocimiento tácito es aquel considerado propio de cada individuo, por tal motivo, es difícil exteriorizarlo o explicarlo a las demás personas, por ello, este tipo de conocimiento no es fácil de capturar y compartir, ya que está asociado a situaciones personales.
Conocimiento Explícito: es formal, sistemático y estructurado, por lo que puede ser comunicado y compartido fácilmente, es secuencial, basado en la razón. Riesco, M. (2006)
El conocimiento explícito es aquel que puede difundirse y transferirse, de allí que pueda ser contenido o capturado por la persona y por la organización. En efecto, este tipo de conocimiento es identificable y manejable, ya que se encuentra estructurado y muchas veces esquematizado para facilitar su difusión, resultando fácilmente comprensible de una persona a otra.

Referencias Bibliográficas
Riesco, M. (2006). El Negocio es el Conocimiento. Ediciones Díaz de Santos. España.